En nuestro cole, también creemos en la importancia de mantener vivas las tradiciones. Por eso, hemos dedicado una parte del “Proyecto Patios Inclusivos” a redescubrir los juegos tradicionales, una forma maravillosa de aprender, compartir y divertirnos sin necesidad de pantallas ni tecnología.
¿Por qué jugar a los juegos tradicionales?
Los juegos de toda la vida no solo son entretenidos, sino que también ayudan a desarrollar habilidades motoras, el trabajo en equipo y la creatividad. Además, fomentan valores como el respeto, la inclusión y la cooperación, elementos clave en la convivencia escolar.
Nuestros juegos favoritos
Durante los recreos y las clases de educación física, los alumnos han estado disfrutando de una variedad de juegos tradicionales:
La cuerda: saltar con una cuerda, ya sea individualmente o en grupo, mejora la coordinación y el ritmo.
La rayuela: un clásico que desarrolla el equilibrio y la precisión.
Los bailes: donde se desarrolla muchísimo el ritmo y la coordinación.
El escondite: fomenta la estrategia y la rapidez.
La soga tira: ideal para trabajar en equipo y fortalecer la comunicación.
Las chapas y las canicas: juegos que requieren destreza y concentración.
Diversión e Inclusión
Al igual que el Datchball, los juegos tradicionales permiten que todos los alumnos participen sin importar su habilidad o experiencia. Son una forma maravillosa de unir a los niños, fomentar la actividad física y recordar la magia de jugar en grupo. Aquí podéis ver algunas de las actividades que estamos realizando.
Nos encanta ver la alegría y el entusiasmo de nuestros pequeños al revivir estos juegos. Seguiremos promoviendo actividades que combinen diversión, aprendizaje y valores esenciales.
¡Gracias mamás!
Queremos agradecer especialmente, al AMPA del colegio y aquellas mamás que han colaborado para que esta iniciativa sea un éxito. Gracias a su apoyo y entusiasmo, nuestros alumn@s pueden disfrutar de estos momentos inolvidables.
¡A jugar! Que la diversión no tenga fin.